Este breve cuento personal intentó nacer como poema, pero se negó a seguir creciendo. Puede que fuera un nacimiento prematuro. Lleva tiempo dándome vueltas en la cabeza y hoy ha salido de un tirón, pero en forma de cuento no de poema.
Espero que os guste. Os dejo el enlace a mi pagina de Dropbox por si queréis el texto escrito.
27 abril 2020
Citado en “el idioma de la imaginación”, de Ignacio Gomez de Liaño (1992), Ed Tecnos, 1999, p. 32
Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, 7 el tiempo recobrado, p,212, Madrid 1976.
Pero, a veces, en el momento en que todo nos parece perdido, llega la señal que puede salvarnos; hemos llamado a todas las puertas que no dan a ningún sitio, y la única por la que podemos entrar y que habríamos buscado en vano durante cien años, tropezamos con ella sin saberlo y si nos abre.
Muchas gracias por aportar el comentario alejandro.
La historia daría mucho mas de si, pero a la vista de las respuestas se quedara en lo que es.: un pequeño cuento. Casi mejor, menos compromiso y trabajo para mi.
Jesus compartimos lo que dices , las puertas que se abren muchas veces dan problemas pero no nos queda otra que probar como dice mi padre el ver que pasa.
Un abrazo muy fuerte como siempre tus opiniones son geniales
Gracias…
He pedido opinión…, porque me da que se puede seguir tirando del hilo… de hecho la siguiente habitación ya ha aparecido en mi cabeza… y puede que salga un pequeño relato a base de cuentitos cortos… Siguiendo la experiencia del personaje y viendo lo que pueden aportar otros personajes que se puede ir encontrando…
Pero antes de meterme en eso, no quiero hacerlo sin saber si puede tener algo de interés… sino pues me dedico a otras cosas…
Gracias por el comentario…
Brutal descripción del pasillo de la vida. Vitalidad y curiosidad en los inicios. Seguridad en la madurez. Luego llega la menopausia vital consciente y algunos nos resistimos a aceptarla y nos compramos una Vespa como la que tuvimos cuando teníamos 18… o buscamos la atención de las treintañeras. Abrimos puertas esperando encontrar algo que nos devuelva al pasado. Queremos parar el tiempo. Pero no lo logramos. Tememos encontrar cosas horribles detrás de las puertas nuevas y por eso dejamos de abrirlas?. Se me hace que la última parte del pasillo son cintas transportadoras como las de los aeropuertos donde sólo puedes tomar tus propias decisiones en los intervalos entre dos cintas y las opciones se reducen a dos; los baños o las tiendas de oferta limitada de compras del último minuto antes de embarcar.
Excelente, Jesús