Una narración basada en la introducción del libro de Michel Onfray, Decadencia, 2017.
Un vistazo a la historia de la Tierra. La metáfisica lo permite todo, la física no. La Historia es una narración, una dotación de sentido a una serie de hechos vistos desde un punto de vista personal o colectivo. ¿Que poquita cosa somos?
Y si la Tierra, como dice Lovelock, es un ser vivo por sí mismo, ¿alguien cree que la humanidad el importa algo?.
Fer Sáb, 11/01/20 10:47 en iVoox
Interesante Peón… si al final me decanto entre San Agustín y Epicuro tú serás el culpable :). Muchas gracias por compartirlo, un abrazo.
comentario:
Gracias a ti Fer por oriol y escribirme el comentario. No he leido a San Agustín (aunque le tengo por ahí), y muy por encima a Epicuro (su libro de oro). Mi transformación de idealista a realista ha sido lenta y paulatina. Comenzó —ahora que lo pienso— con la economía (austriacos y remate del profe Escohotado), pudo seguir con la política (liberalismo, luego Burke y remate de Maquiavelo) y la remató Onfray con su contra-historia de la Filosofía —hará unos 4 años— en su tomo primero. Aún tengo mi deuda pendiente con este último libro… y después allá cada uno.
Las ideas son necesarias. Son nuestra armazón conceptual de la realidad (y estoy seguro que hasta la conforman-modifican), Pero tienen sus consecuencias, y hay que atarlas muy en corto. Como dicen Johnson o Burke, la realidad es lo que tocamos y “eso” es lo que tenemos. Para manejarnos en este mundo nos hace falta muy poco un poco de moral, un poco de hedonismo, un poco de Pitagoras y un poco de Euclides). Lo demás son planes que nos mantienen en movimiento (lo cual es necesario, como dijo Hill). Es muy duro acepar que la perfección no existe, muy duro. Y en eso se basa todo idealismo sublimado por el romanticismo.
Muchas gracias por el comentario